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martes, 30 de septiembre de 2014

Ahorro y crecimiento

http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/el-ahorro-como-fuente-de-crecimiento.html

Las estadísticas internacionales muestran, de manera clara, que aquellos países en donde el ahorro y la inversión son más elevados, se consiguen tasas de crecimiento de las economías más altas. Así, en aquellas naciones que ahorran e invierten menos de 20 por ciento del PIB obtienen crecimientos cercanos a 2.0 por ciento o incluso negativos, mientras que en aquellas zonas donde el ahorro supera 30 por ciento del PIB, se tienen tasas de crecimiento económico superiores a 6.0 por ciento cada año, como sucede en China, en India y en Singapur. En México se ha estado invirtiendo cerca o ligeramente por arriba de 20 por ciento en promedio en los últimos años, lo cual explica el bajo dinamismo y la poca creación de empleos que predomina aquí.

Por lo tanto, si se desea que nuestra economía alcance niveles superiores de desarrollo con creación de nuevos empleos productivos, es necesario ahorrar e invertir en una proporción mayor. Sin embargo, obtener altas tasas de ahorro es necesario, pero no suficiente para alcanzar niveles de crecimiento superiores. Por ejemplo, si todos los habitantes del país decidieran ahorrar más y guardaran 30 por ciento de todos sus ingresos, pero lo hicieran en los colchones de sus casas, en cuestión de unos cuantos meses la economía nacional caería en una grave recesión, por falta de consumo y de ventas. Para que el ahorro produzca crecimiento se requiere que el mismo se canalice a la inversión.

Un desequilibrio normal en todas las economías es que mientras un sector es el que ahorra (son las familias quienes tienen ingresos, consumen y ahorran), es otro el que invierte, que son las empresas. Se requiere de un esquema que permita canalizar el ahorro que genera una parte de la economía a aquellos que lo pueden invertir de manera productiva. Este sistema es el financiero y principalmente es el bancario el que transfiere el ahorro de la economía al sector que lo invierte, mecanismo que se realiza por medio del crédito.

El ahorro financiero total en México es mayor de lo que se piensa, ya que equivale a 73 por ciento del PIB y es comparable con lo que realizan otros países con nivel de desarrollo cercano al nuestro. Sin embargo, el ahorro y el crédito bancario sólo son cercanos a 20 por ciento del PIB. La mayor parte del ahorro se canaliza al sector público por medio de la adquisición de valores públicos, el cual equivale casi a 40 por ciento del PIB. Por lo mismo, en la medida en que el déficit público sea mayor en los distintos países, las empresas disponen de una menor cantidad de recursos para invertir, lo que impide que se alcancen tasas de crecimiento más elevadas.

Para lograr alcanzar tasas superiores de crecimiento económico, los países deben de lograr tasas superiores de inversión y de ahorro. Esto se consigue con un Estado de derecho que se cumpla, el cual garantice y haga respetar los derechos de propiedad de los particulares, así como fomentar la competencia y mantener bajas tasas de inflación y de impuestos. Por su parte, los gobiernos deben canalizar una parte importante a la inversión, sobre todo a la de infraestructura. Por otro lado, se deben tener instituciones financieras que sean eficientes para canalizar el ahorro hacia la inversión.

Alza del dólar y las tasas de interés

http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/dolar-y-tasas-para-arriba-que-esta-pasando.html?utm_campaign=opinion&utm_source=facebook&utm_medium=ernesto-ofarril-santoscoy


Dólar y tasas para arriba, ¿qué está pasando?

Mucho del ruido que estamos oyendo en los mercados financieros en los últimos días tiene que ver con las expectativas en torno a las tasas de interés en dólares y en relación a la liquidez mundial. ¿Por qué el dólar se fue a 13.45 pesos?, o ¿por qué las tasas de largo plazo en pesos están por arriba de 6.10 por ciento si hace unas semanas se ubicaban en 5.60 por ciento?, o ¿por qué la Bolsa Mexicana de valores está de nuevo por debajo de 45 mil puntos, si ya la habíamos visto arriba de 46 mil 500? El ajuste es global, y de nuevo se ha visto más intenso en los mercados emergentes.

Llevamos cinco años con tasas de interés extremadamente bajas. Algún día no muy lejano las cosas tendrán que regresar a la calma. La normalización será un proceso que tomará varios años; muy gradual pero al mismo tiempo muy volátil. Es realmente difícil que el reloj regrese a las condiciones previas a la crisis de 2008; el mundo y el país han cambiado radicalmente, así que también tenemos que imaginarnos como será esa nueva normalidad.

En estos últimos cinco años hemos visto la mayor creación de dinero en la historia de la humanidad. Curiosamente también ha sido la época de menor inflación y de tasas de interés más bajas. Todo lo contrario a lo que dice la teoría.

¿Por cuánto tiempo más vamos a vivir esta distorsión? Las tasas de interés son el precio del dinero y están conformadas por dos componentes: uno es la expectativa de inflación y el otro es el componente de la tasa real.

En cuanto a las tasas reales, los bancos centrales en varios países han ubicado sus tasas de referencia –la tasa a un día– en rangos mínimos históricos, inclusive en zonas inferiores a las de la inflación. En cuanto a la dicotomía entre la elevada creación de dinero y la muy reducida inflación, habría que señalar que este fenómeno tiene varias explicaciones: la ausencia de crédito, la debilidad de Europa, la capacidad ociosa de las empresas globales, la desaceleración de China, el elevado desempleo en el mundo desarrollado.

La Reserva Federal tiene ante sí un reto enorme: ¿cómo ir subiendo las tasas a niveles normales, sin que se genere una volatilidad excesiva en los mercados financieros que llegue a provocar inestabilidad económica o una nueva recesión?

Si la Reserva Federal actúa demasiado tarde corre el riesgo de que la inflación aumente mucho y luego tenga que cambiar de postura al otro extremo, causando una desaceleración importante en la economía.

Si en el otro extremo, la Reserva Federal actúa demasiado rápido, puede generar una innecesaria sobrevaluación del dólar afectando la balanza comercial y originando una desaceleración significativa en la inversión y en el consumo.

Otro aspecto a considerar es que al aumentar las tasas de interés lo hará proporcionalmente el costo de la inmensa deuda que cargan los gobiernos, en particular los países desarrollados, lo que dispararía de nuevo los déficit fiscales y obligaría a realizar de nuevo programas de ajuste fiscal.

En nuestra opinión, la nueva tasa neutral de la Reserva Federal sería algo entre el rango de 2.5 a 3.0 por ciento nominal anual.

Para el periodo de alza de las tasas de interés de la Reserva Federal tenemos tres escenarios posibles de la normalización en el largo plazo: a) un retorno muy gradual, b) un camino intermedio y c) un escenario de incremento rápido y turbulento.

¿En dónde está el justo medio? Nadie lo sabe con precisión. La propia Reserva Federal (Fed) ha diseñado un sistema de monitoreo de 32 indicadores para valorar la evolución del mercado laboral, de la inflación y de la actividad económica.

Prevemos durante los próximos años una importante volatilidad, sobretodo antes de las reuniones de la Fed.

El otro gran ingrediente es la liquidez global. El próximo 2 de octubre, Mario Draghi debe dar dos anuncios: uno es el tamaño de su programa de compra de cartera a los bancos que esperamos sea de un monto mínimo de un billón de euros y el segundo debe ser el cómo flexibiliza su programa de créditos para que en la segunda subasta en diciembre tenga un mejor resultado.

jueves, 25 de septiembre de 2014

La psicología de los especuladores

http://www.forbes.com.mx/como-funciona-la-mente-de-los-inversionistas-especuladores/


Cómo funciona la mente de los inversionistas especuladores?

Viridiana Mendoza Escamilla

Acerca de Viridiana Mendoza Escamilla

Editor Web Sr. de Forbes.com.mx. Fan de la cultura emprendedora y las preguntas difíciles. Sus vicios: viajar, conocer personas y contar las historias que se atraviesan en ese camino.
Escrito por  en septiembre 24, 2014
Foto: Reuters
Foto: Reuters
La psicología humana interviene en las decisiones de inversión; sin embargo, el instinto puede no ser el mejor aliado cuando se trata de poner a trabajar el dinero. Un estudio dejó ver cuáles son las principales conductas que influyen en los inversionistas. Conoce cuáles son los comportamientos más adecuados para ganar en el largo plazo.


En un solo día, la acción de Alibaba, la mayor compañía de e-commerce en China, ganó más de 30%. En su lanzamiento, muchos inversionistas querían tener al menos un título. Algunos compraron al precio inicial y vendieron antes del cierre de la sesión; sin embargo, una subida de esa magnitud pocas veces es sostenible, por lo que un manejador de inversiones de largo plazo debe ver más allá del comportamiento del día de lanzamiento.
“Para mucha gente, invertir se ha convertido en un juego de lotería y probabilidades, pero tener esa estrategia puede ser la forma más rápida de perder dinero”, advierte Benjamin Boehner, director de Consultoría de Inversiones para Centro y Latinoamérica de Credit Suisse.
El banco de inversión, junto con la Universidad de Zurich, en Suiza, realizó un estudio titulado Finanzas conductuales: la psicología de la inversión, que arrojó algunas tendencias de inversión y el mapa de pensamiento de los inversionistas especuladores.

¿Cómo perder dinero fácilmente?
Existen conductas consideradas ‘naturales’ en todo inversionista. Por ejemplo: los inversionistas suelen elegir con base en sus preferencias y experiencias, y sobreponderar activos cuando se trata de compañías conocidas de su país de origen.
También se evidenció que en muchos casos los perfiles de riesgo no cuadran totalmente con las estrategias de inversión.
Benjamin Boehner explica que el comportamiento de los inversionistas especuladores obedece al precio de los activos que manejan de manera impulsiva.
Aquí una gráfica que expone la lógica de pensamiento.
psicologia1

Tipos de inversionistas
El estudio, elaborado por el profesor doctor Thorsten Hens y Anna Meier arroja que hay cuatro tipos principales de inversionistas:
Inversionistas intuitivos:- Toman decisiones emocionales. Sin la estrategia de inversión adecuada existe el riesgo de que se vean demasiado influenciados por la evolución actual del mercado y pierdan de vista sus objetivos de inversión.
Inversionistas exploradores: Están muy familiarizados con el mercado financiero, pero toman decisiones emocionales. Tienen una buena perspectiva de los riesgos y las oportunidades en el mercado. Aunque a veces quedan deslumbrados por nuevos e innovadores productos financieros, siempre tienen los riesgos en mente.
Inversionistas realistas: Son personas capaces de dejar sus emociones a un lado y no dejarse influenciar por ellas. Sin embargo carecen de conocimientos financieros para evaluar adecuadamente los riesgos y las oportunidades.
Inversionistas estratégicos: Tienen buen conocimiento de los mercados financieros, de tal forma que pueden evaluar los riesgos y las oportunidades que enfrentan. Ellos tampoco son persuadidos por las emociones y pueden tomar decisiones objetivas.
En opinión de Benjamin Boehner, los inversionistas en América Latina están dispuestos, en general, a tomar más riesgos que la media global; sin embargo, en el caso particular de México sí se observa una mayor inclinación hacia la renta fija.
“En el caso de los mexicanos sucede que  consideran que tienen más información a la mano y sobreponderan algunos activos, sobre todo los de aquellas compañías con las que se sienten más familiarizados.”

Largo plazo, la clave para ‘asegurar’ ganancias
Una estrategia de inversión adecuada, con un portafolio balanceado, tenderá a tener mermas promedio de entre 7 y 11% en momentos de alta volatilidad, con la probabilidad de ver minusvalías hasta por un 30%, para seguir reportando ganancias, los plazos de inversión deben situarse entre cinco y ocho años, explica Benjamin Boehner.
Ante este panorama, el especialista indica que hay ocho reglas ‘de oro’ que los inversionistas deben seguir para vencer los impulsos psicológicos negativos en el manejo de recursos.
1.  Diversificación. Tener un portafolio diversificado ayuda a tomar decisiones más fácilmente ante situaciones de estrés.
2. Rigor en la estrategia. Tener clara la estrategia de inversión desde el principio es una clave importante; el inversionista debe procurar respetar ese ‘mapa’ lo más posible.
3. Sí a los cambios de rumbo. Los cambios de rumbo en la estrategia de inversión deben realizarse únicamente cuando haya evidencia significativa de que el mercado ha experimentado un cambio radical en tendencias de largo plazo.
4. Respetar el perfil de riesgo. Es necesario que el inversionista sepa desde el principio cuánto puede mermar su inversión en episodios de volatilidad.
5. Evita emocionarte. Seguir las alzas de los mercados y mover recursos de acuerdo con éstas puede ser un error costoso.
6. Cuidado con lo que lees. Las noticias inmediatas deben ser tomadas en su justa dimensión.
7. Aprende a tomar pérdidas. Es importante tener presente que incrementar una posición en una acción cuando ésta va perdiendo puede ser un comportamiento emocional que acarree pérdidas.
8. Dale tiempo a tus activos. Tener un precio objetivo y aguardar a que éste llegue es la mejor manera de obtener resultados favorables en las inversiones

Banxico, base monetaria

http://www.forbes.com.mx/banxico-sin-control-sobre-la-base-monetaria/


Banxico, sin control sobre la base monetaria

Guillermo Barba

Acerca de Guillermo Barba

Economista y periodista mexicano autor del blog Inteligencia Financiera Global. Analista especializado en mercados de oro y plata y comentarista de TV en Proyecto 40.
Escrito por  en septiembre 24, 2014
Foto: Banxico.
Foto: Banxico.
El aumento de efectivo circulante en el país no se corresponde en absoluto con el crecimiento económico. Si hay contracción, la base monetaria crece; si hay expansión, todavía más.

De acuerdo con el Artículo 2 de la Ley del Banco de México (Banxico), el instituto central tiene por finalidad “proveer a la economía del país de moneda nacional”, y como objetivo prioritario, el de “procurar la estabilidad del poder adquisitivo de dicha moneda”. Es decir, debe velar por que no haya inflación. Por su parte, la Fracción I del Artículo 3 de la misma Ley señala que tendrá entre sus funciones la de regular la emisión y circulación de moneda.
Debido a esto nos dimos a la tarea de revisar las cifras de expansión de la Base Monetaria (BM), y encontramos cosas interesantes. Por ejemplo, que este agregado compuesto por los billetes y monedas en circulación, más los depósitos bancarios en cuenta corriente de las instituciones de crédito en el banco central, creció a una tasa media de 12.1% de 2000 a 2013. En promedio, a ese ritmo la BM se duplica en poco más de seis años. No por nada en ese periodo la cantidad de circulante en manos de los mexicanos más que se cuadruplicó, al pasar de 208,943.1 millones de pesos el último día hábil de 2000, a 917,875.8 millones de pesos al 31 de diciembre de 2013.
Al corte del 22 de septiembre pasado, la BM había disminuido como lo hace de forma cíclica a  878,371.7, pero es un hecho que cerrará el año muy por encima del nivel alcanzado en 2013.
En lo que va del siglo, 2001 –año recesivo– es el que presentó la menor expansión de BM con casi 8%, mientras que 2006 observó la tasa más alta con 18.4%. Asimismo, en 2009, cuando sufrimos una muy severa recesión, la BM creció 9.43%. Como ve, el aumento de efectivo circulante en el país no se corresponde en absoluto con el crecimiento económico. Si hay contracción, la BM crece; si hay expansión, todavía más.
Antes de continuar conviene que citemos las palabras de Alejandro Alegre, director de la Fábrica de Billetes del Instituto Central, quien dijo que “a través del análisis de las variables macroeconómicas se calcula cuál será la demanda de billetes que se requerirán; ello lo define la Junta de Gobierno de Banxico”.
Ante esas declaraciones –dadas a Alejandra Contreras para su excelente reportaje publicado en Forbes México (“Banxico, una fábrica de 1,300 millones de billetes”), consideramos oportuno preguntar, mediante una solicitud de información, cuál era la fórmula o mecanismo por el cual se estimaba la “adecuada” cantidad de emisión de moneda nacional.
Pues bien, en su oficio de respuesta OFI007- 11663, la institución que comanda Agustín Carstens nos contestó que no existe una fórmula para la creación de dinero, sino que su expansión “responde estrictamente a la demanda de base monetaria que requiere la economía nacional, demanda que el Banco de México atiende en su totalidad”. Esa respuesta genera más dudas que certezas, pues como se aprecia en el gráfico correspondiente, el crecimiento de la BM parece bastante lineal como para un comportamiento basado sólo en una variable de demanda. (Continúa después de la gráfica.)

Base monetaria 2000 2014
Fuente: Banxico
Como sea, lo cierto es que, según la Ley, quien debería regular la emisión de moneda para el cumplimiento de su objetivo prioritario de preservar el poder de compra del peso mexicano, lleva muchos años comprometido con una especie de campaña de “flexibilización cuantitativa” (QE) al estilo de la Reserva Federal estadounidense, si bien distinta en la forma. En nuestra opinión, Banxico ha renunciado a su papel de regulador monetario para convertirse sólo en una imprenta monopólica de dinero-papel, a pesar de su “autonomía”.
Y es que esa demanda extraordinaria y perpetua de nuevos billetes debe verse como lo que es: un efecto de las fallidas políticas públicas que privilegian el consumo, el endeudamiento y el dispendio sobre el ahorro y la austeridad. Una carrera de nunca acabar. Esto, claro, bajo el falso principio, tan criticado en este espacio, de que la inyección de dinero y el gasto “estimulan” la economía, sin contar que nunca tendremos una inflación de verdad bajo control mientras la emisión monetaria y el gasto deficitario sean la constante.
Mientras tanto, Banxico se cruza de brazos confiado sólo en la herramienta que le queda: las tasas de interés. Con ella ha logrado que éstas se encuentren en mínimos históricos, que mientras benefician a los deudores como el gobierno federal, lastiman otra vez a los mismos de siempre: los ahorradores. Una economía que no promueva el ahorro, el equilibrio fiscal, los mercados libres y la estabilidad monetaria está condenada al fracaso.
Por si fuera poco, en su oficio de respuesta hace evidente también que no le preocupa para nada la inyección constante de billetes, pues esa Base Monetaria, dice, “es un pasivo del banco central que no se encuentra respaldado por algún otro tipo de activo (como el oro en el pasado)” (sic).
También nos aclara, como si fuera consuelo, que “no se pagan intereses por los billetes y monedas en circulación, ni por los depósitos en la cuenta corriente de las instituciones de crédito en el banco central. En el balance del Banco de México, el saldo de la Base Monetaria es un pasivo que no genera pago de intereses al banco central.”
En suma podemos decir que es una desgracia que contemos con un banco central que castiga el ahorro, imprime billetes a altas tasas anuales sin ningún límite ni respaldo, que tiene sus poquísimas reservas de oro en manos del Banco de Inglaterra y, por si fuera poco, presenta preocupantes números rojos en su balance general. La “fortaleza” mexicana, que tanto se presume, es un espejismo.

7 acciones con buenas expectativas para los próximos 15 años

http://www.kiplinger.com/slideshow/investing/T052-S003-7-great-stocks-for-the-next-15-years/index.html

7 Great Stocks for the Next 15 Years

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When you purchase a stock, you should think of yourself as a partner in the business forever—or until you need the cash. But forever, or even 30 years, is way out on the dim horizon. A more manageable view might be 15 years. If you invest $10,000 today in a stock that returns an average of 12% per year (a return that is two percentage points higher than the historic long-term return of Standard & Poor’s 500-stock index), you’ll end up with about $55,000.
Not all stocks, however, are suitable long-term buys. A company you expect to be attached to for 15 years should have six characteristics: products that can endure and aren’t fads; a history of leaders who can adapt; a strong balance sheet; a benign competitive environment; a track record of innovation balanced by vigilance against taking on too much risk; and a strategy that looks beyond the next year and certainly beyond the next quarter.
It’s hard to find all of those traits in one place. But if you’re going long, here are seven companies that have staying power and a good shot at delivering 12% annualized returns over the next 15 years. Lard your portfolio with stocks like these, but also diversify with a few index funds.
Adapted from the author’s Opening Shot column in the October 2014 issue of Kiplinger’s Personal Finance magazine. Stock prices and related data as of September 17, 2014. Stocks, none of which Glassman owns, are listed in alphabetical order.

Read more at http://www.kiplinger.com/slideshow/investing/T052-S003-7-great-stocks-for-the-next-15-years/index.html#MBYD4woGDdV6qojo.99

Algunas acciones que no volveran




http://awealthofcommonsense.com/

Some Stocks Don’t Come Back

“If every stock you own is on the new high list, you’re a momentum guy. If every stock you own is on the new low list, you’re out of business.” – Leon Cooperman
Mean reversion is one of the most powerful forces in all of finance. Above average performance is eventually followed by below average performance. Good times can lead to bad times and the best time to invest is during the bad times.
But this concept is generally reserved for the broader markets, not individual stocks. The problem with ‘buy when there’s blood in the streets’ is that sometimes individual stocks don’t comes back from the dead.
Although the market was spitting out tons of value during the financial crisis, not everything available at fire-sale prices worked out. I remember a portfolio manager friend of mine told me he was buying American International Group (AIG) hand over fist when it hit a few bucks a share. “All it has to do is come back half way to the prior peak and I’ll be rich.”
You can see this strategy didn’t work out that well:
AIGThe same thing happened to a number of well-know financial stocks, including Bank of America (BAC):
BAC
Citigroup (C):
C
And Fannie Mae (FNMA):
FNMA
One of the most common behavioral biases when buying individual stocks is anchoring to previous levels or the purchase price of a stock. The first thing investors do when researching a stock is pull up a historical chart of past prices. The fact that a company traded for a certain price in the past gives investors a false sense of hope that it will automatically go back to that previous price point. Sometimes this works, but trying to catch a falling knife can be a dangerous strategy if you don’t know what your’re doing.
My friend Michael Batnick shared some great statistics on individual stocks a couple of weeks ago that puts this into perspective from the standpoint of the overall market:
Using a universe of Russell 3000 companies since 1980, roughly 40% of all stocks have suffered a permanent 70%+ decline from their peak value.Looking at the table below, we see that nearly sixty percent of Tech companies have had a catastrophic loss, which they define as “a 70% decline from peak value with minimal recovery.”dont com back
Averaging down in a losing stock sounds like a great strategy in theory. And it is, assuming you have a good idea about the future prospects of the business in question and are fairly certain the market is undervaluing the company. Stating the obvious, this is not an easy task.
Be fearful when others are greedy but make sure you understand what you’re buying into.
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